Mauricio
Morales Duarte tenía 27 años, era estudiante de Historia e hijo de una familia
obrera. Fue profesor rural y organizó una biblioteca del pensamiento humanista.
De acuerdo a versiones difundidas profusamente, durante las primeras horas del
viernes 22 de mayo, Mauricio fue víctima trágica del estallido de un explosivo
de fabricación artesanal, en el sector Avenida Matta, en Santiago de Chile.
Inmediatamente
después del infeliz acontecimiento, el Estado y sus policías desplegaron un
operativo arbitrario y sobreactuado sobre viviendas donde habitan jóvenes que
simpatizan con la cultura anarquista, corriente de pensamiento fundada en la
emancipación social, la libertad, la igualdad y el antifascismo. La prensa de
los que mandan ha afirmado, sobre suposiciones no comprobadas, que Mauricio
estaría vinculado a un conjunto de acciones “reñidas con la ley”.
Los medios de comunicación de masas, sujetos a
los intereses de la minoría oligárquica que gobierna en Chile, han transformado
la muerte de Mauricio en un espectáculo sensacionalista, sin contexto, cuyo
tratamiento periodístico es un ejemplo inmoral de cómo se intenta manipular
groseramente a la opinión pública. De paso, los medios de quienes dominan,
colaboran obedientemente con la construcción de condiciones para legitimar la
represión policial, la impunidad, los allanamientos a discreción, las
detenciones y hasta la incautación de computadores y literatura.
Mientras
cada día que pasa, los efectos de la crisis capitalista mundial golpean con
mayor violencia a los pueblos y los trabajadores chilenos, multiplicando la
cesantía y la mala vida, el bloque en el poder emplea cualquier medio –desde la
gripe porcina hasta la muerte infortunada de un joven rebelde- para tratar de
que las grandes mayorías se atemoricen y posterguen su organización necesaria
para enfrentar las calamidades de la crisis.
Más
allá del debate sobre las formas, el Movimiento de los Pueblos y los
Trabajadores solidariza fraternalmente con la familia, los amigos y compañeros
de Mauricio Morales que en esta hora dura son objeto de amedrentamientos y
represión, y condena el uso mediático y policial de la muerte de un joven cuyos
ideales son parte de la lucha definitiva por acabar con una sociedad estructuralmente injusta,
desigual y opresora.
Antifascistas siempre
salù kompa!!!
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